Eficacia de los nebulizadores para optimizar los mecanismos extintores del agua

Las ventajas del agua como agente extintor se conocen desde hace tiempo, y las ventajas de los pulverizadores de agua finamente atomizada se conocen desde los años treinta. La investigación teórica y la respuesta del mercado han crecido de la mano hasta que han dado lugar al desarrollo de los sistemas de agua nebulizada para una mejor protección de las personas, los bienes y la continuidad de negocio. Así lo considera Marioff, que cuenta en el mercado con su marca comercial patentada Hi-Fog, un sistema de protección contra incendios mediante agua nebulizada.

La compañía define agua nebulizada como agua pulverizada en gotas pequeñas que no suelen exceder 1 mm de diámetro. El método de medición está bien determinado tanto por el Estándar NFPA 750 para los Sistemas de Protección contra Incendios mediante Agua Nebulizada (de la National Fire Protection Association) como por la Especificación Técnica 14972 del CEN (Comité Europèen de Normalisation) que dictan las mediciones sobre un plano localizado a 1 m de la boquilla del nebulizador.

Marioff explica que el fuego implica una reacción química entre el combustible y el oxígeno del aire. Los requisitos previos para una combustión sostenida son: combustible, oxígeno, calor para la ignición (el propio fuego genera el calor para una combustión constante) y reacciones químicas en cadena sin interrupción (reacción en cadena).

Para extinguir un fuego ha de eliminarse al menos uno de estos cuatro requisitos previos. “Pocas veces se puede eliminar el combustible, pero a los otros tres parámetros les pueden afectar los diferentes agentes extintores”, explica Marioff “La concentración de oxígeno se puede reducir, o el calor para la ignición se puede eliminar añadiendo un gas inerte al fuego. Las reacciones químicas en cadena se pueden cortar enfriando los gases y mojando las superficies combustibles para evitar la pirólisis”.

El agua tiene dos grandes mecanismos extintores, ambos relacionados con la evaporación del agua. El primero es la refrigeración: el agua absorbe grandes cantidades de calor al convertirse en vapor. El segundo es la inertización: en la evaporación, el volumen del agua (o vapor) se expande más de 1.700 veces y desplaza al oxígeno.

“El índice de evaporación del agua depende del área superficial libre, que puede incrementarse al disgregar el volumen bruto en las gotas”, especifica la compañía; “cuanto más pequeñas sean las gotas, mayor será le evaporación, lo que permitirá una refrigeración y una inertización más eficaces”.

El agua nebulizada tiene otro mecanismo extintor adicional que ningún otro agente tiene: el bloqueo del calor radiante “una densa nube de pequeñas gotas de agua absorbe y disemina con toda eficacia la radiación del calor”. El tamaño de la gota de agua ejerce un efecto considerable sobre el área superficial y el número de gotitas.