Repsol apuesta por invertir en la búsqueda de nuevas soluciones para impulsar la economía circular y promover que una gran cantidad de residuos plásticos sean transformados en nueva materia prima para sus procesos petroquímicos. La compañía española se ha adherido a la CPA ('Circular Plastics Alliance'), proyecto de la Comisión Europea para aumentar el volumen de plástico reciclado en el continente.
El reciclaje del plástico es uno de los objetivos principales de Repsol en cuanto a sostenibilidad. Según el procedimiento utilizado, hay tres tipos de reciclado del plástico que la empresa está desarrollando en la actualidad.
El reciclado mecánico es a través de procedimientos físicos. Es un proceso válido para todo tipo de plásticos y como resultado se obtienen materiales plásticos que pueden volver a ser transformados para darles una nueva utilización.
El reciclado químico es a través de transformaciones químicas y las materias primas resultantes del proceso pueden ser utilizadas otra vez en la química básica o para obtener polímeros.
El reciclado energético se realiza a través de la incineración de todo tipo de plástico. El fin es recuperar la energía que contienen los plásticos a través de su tratamiento en instalaciones especiales. Con la energía que se recupera se puede producir electricidad o calor.
Las fases del proceso de reciclado de Repsol empiezan cuando se recogen los residuos plásticos de los contenedores amarillos. Los residuos terminan en una cinta donde se separan los elementos que no sean plásticos y se eliminan aquellos residuos que no deberían haber estado en el contenedor. A continuación, se trituran, lavan y grancean los plásticos entre varios procesos por los que pasa el material. El resultado del proceso es el material que se utiliza como materia prima para nuevas aplicaciones.
Entre las opciones de recuperación, el vertedero es la última para el tratamiento de plásticos porque no se aprovechan las posibilidades que ofrecen este tipo de materiales. Los costes de los depósitos en vertederos han aumentado para elevar las opciones de recuperación. El problema es que estos esfuerzos no son suficientes si no van acompañados de una conciencia ciudadana por el reciclaje. Cabe destacar que una mala gestión de los residuos plásticos por parte de los ciudadanos provoca importantes problemas sociales, medio ambientales y económicos ya que supone una pérdida grave de recursos.
Proyectos para el reciclado del plástico
En este contexto, la iniciativa Reciclex de Repsol pretende hacer frente a la escasez de material reciclado de calidad, necesario en el mercado. Esta escasez está identificada como una barrera para aumentar la utilización de plásticos reciclados. El fin último de esta iniciativa es llegar a nuevos mercados y aplicaciones.
Por otro lado, el proyecto Zero es una solución que la empresa ha puesto en marcha para el aprovechamiento de los aceites sintéticos que se producen al tratar mediante nuevas tecnologías de reciclaje químico, residuos plásticos no reciclables de manera mecánica tradicional. La compañía lleva tiempo trabajando con estas tecnologías y productos junto con diversas empresas, y ya en 2015 fue capaz de alimentar de manera experimental estos productos a escala industrial en su complejo de Puertollano. Las vías de reciclado químico de los plásticos, que están empezando su escalado industrial, complementan otras ya existentes como, por ejemplo, el reciclado mecánico.
El proyecto Naturep tiene el objetivo de buscar la eliminación de los aditivos con límite de migración en sus poliolefinas con el fin de asegurar la seguridad de las personas y el medio ambiente, además se estarían eliminando las barreras para el reciclaje.
En cuanto a Neospol, es una iniciativa que busca nuevos productos que utilizan materias primas alternativas como el CO2. Mientras que el proyecto BIO de la compañía trata poliolefinas biodegradables de origen fósil para ofrecer soluciones a las aplicaciones en las que los plásticos tienen más difícil el reciclado.
Plásticos inteligentes e innovadores
La creación de nuevos plásticos que sean inteligentes e innovadores es una de las tendencias más importantes de la industria química. Repsol ha creado una serie de plásticos que poseen características que ayudan a buscar soluciones a problemas complejos.
La compañía ha creado plásticos que controlan luz, humedad y temperatura de invernaderos sostenibles. Estos plásticos permiten llevar a cabo cultivos diversificados en cualquier época del año. En este contexto, el grupo ha desarrollado el proyecto CENIT Mediodía, donde se realizan investigaciones para mejorar la agricultura bajo plástico; se trata de un nuevo concepto de invernadero.
En cuanto a los plásticos resistentes al calor, el grupo ha formulado termoplásticos con el objetivo de fabricar piezas tanto de interior como de exterior para vehículos. Este tipo de plásticos han sido denominados como plásticos vulcanizados, permiten la coloreabilidad, facilidad de procesado y resistencia a temperatura y aceites.
Repsol trabaja en proyectos para mejorar el envasado en la industria alimentaria. Para evitar la oxidación de los productos alimentarios la empresa ha creado plásticos que atrapan oxígeno y conservan los alimentos hasta tres años.
En concreto, la iniciativa CENIT Trainer tiene como objetivo desarrollar tecnología para obtener plásticos que se autorreparan tras sufrir un impacto, recuperan su forma y propiedad mecánica de manera autónoma. Este tipo de plásticos supone un impulso en productividad debido al ahorro en costes de mantenimiento. Además, tiene una amplia variedad de beneficios medioambientales y suponen una mejora para la seguridad la laboral.
Según publica La Razón, las 19 empresas que integran la Asociación de Industrias Químicas, Básicas y Energéticas de Huelva gestionaron en 2024 46,8 millones de toneladas de mercancías, con el Puerto de Huelva como infraestructura clave para el sector.
El clúster químico de Tarragona se posiciona como un referente en producción, innovación y sostenibilidad, con una fuerte apuesta por la descarbonización y la economía circular. Gracias a su infraestructura avanzada y colaboración entre empresas...
Las ferias del medio ambiente de Feria Valencia, Efiaqua, Ecofira, Eco Chemical Solution EGEC y Laboralia, abrirán sus puertas el próximo mes de noviembre, concretamente del 11 al 13.
Bequinor lanza su programación formativa para el segundo semestre de 2025, consolidando su plataforma como referente en capacitación técnica en seguridad industrial. La nueva campaña combina acciones ya programadas con contenidos en fase de...
El instituto tecnológico del plástico, Aimplas, conmemoró su 35 aniversario con un evento celebrado en sus instalaciones del Parque Tecnológico de Valenciaque y que se convirtió en un espacio de encuentro entre instituciones, empresas y sociedad.
El centro tecnológico Itene y la asociación química y medioambiental del sector químico de la Comunidad Valenciana (Quimacova) han firmado un convenio de colaboración con el objetivo de impulsar la I+D+i y la innovación en el sector químico del territorio.
Puncernau Asociados refuerza su posición como proveedor especializado en seguridad industrial ante atmósferas explosivas, con una oferta actualizada que abarca consultoría, ingeniería, ensayos y suministro de equipos certificados ATEX.
La asociación de referencia en seguridad industrial y sostenibilidad, Bequinor, participará un año más como entidad colaboradora en el III Congreso Nacional de Hidrógeno Verde, que se celebrará en Huelva del 4 al 6 de febrero de 2026.
La sostenibilidad impulsa la transformación de la industria española: esta es una de las conclusiones están recogidas en el tercer capítulo, dedicado a la Sostenibilidad, del informe “Brújula Desde Dentro”, impulsado por ISS España.
Comentarios