La Comisión Europea presenta las energías fotovoltaicas y la bioenergía como sustitutas del petróleo

AMDPress.- La energía fotovoltaica y la bioenergía han sido presentadas como alternativas por la UE al uso del petróleo en la ciudad sueca de Upsala. Proyectos que aprovechan los residuos agrícolas y la madera y otro con la luz solar son los principales candidatos para sustituir las energías derivadas de los carburantes fósiles.

La UE mantiene trabajos de investigación y desarrollo tecnológico orientados a un conjunto de fuentes de energía renovables que utilizan las tecnologías fotovoltaicas y de concentración heliotérmica, así como energía eólica, biomasa y fuentes geotérmicas.

En la reunión de responsables comunitarios sobre este tema celebrada en Upsala se han presentado dos proyectos dedicados a la producción de electricidad fovoltaica: Procis y H-Alpha-Solar. Con el proyecto Procis, investigadores de Suecia, Alemania, Francia y Suiza han desarrollado un tecnología eficaz y poco costosa utilizando productos de sustitución del silicio para producir módulos más baratos de pilas solares.

Es el principio de la generación de una tecnología que presenta un buen equilibrio coste-eficacia para el tratamiento de los módulos solares.

En el proyecto H-Alpha-Solar, investigadores de Francia, Portugal y Países Bajos han trabajado para desarrollar una nueva tecnología que abra las vías a la fabricación en serie de aparatos de energía solar a base de silicio con una buena relación coste-eficacia.

Por otra parte, Europa posee recursos suficientes de residuos agrícolas y de desechos orgánicos que se pueden transformar en etanol y producir hidrógeno para las pilas. Estos productos reducirán la dependencia de los Estados miembros con respecto a los combustibles fósiles. Respecto a la bioenergía se han presentado dos proyectos.

El proyecto Time ha sido desarrollado por un equipo de investigadores de Dinamarca, Finlandia, Hungría, Italia, Suecia y Países Bajos y su objetivo es elaborar un combustible derivado de la caña de azúcar. Sus trabajos se centran en la conversión de la biomasa en etanol (utilizando la celulosa de los vegetales y de los árboles) con el fin de reemplazar la gasolina.

Finalmente, el proyecto Bioelectricity ha sido desarrollado por institutos de investigación y fabricantes de pilas de combustible de Francia, Grecia, Países Bajos, Reino Unido e Italia. El método consiste en convertir biomasa hidrógeno para producir la electricidad en una pila.